BLOQUE 14 – Restauración neoliberal y nueva deuda eterna (2015–2019)

La bicicleta financiera vuelve a girar; el ajuste se disfraza de “modernidad” y el futuro se hipoteca.


I. El contexto: promesas de cambio, retorno del saqueo

En 2015, una Argentina cansada de la polarización y desgastada por tensiones económicas elige a Mauricio Macri y la coalición Cambiemos, seducida por la promesa de “unir a los argentinos”, “terminar con el conflicto” y “volver al mundo”.
Pero tras el marketing electoral se desplegó el viejo libreto neoliberal, aggiornado para el siglo XXI:

  • Apertura comercial y financiera.

  • Endeudamiento externo acelerado.

  • Liberalización de flujos de capital y desregulación total.

El discurso: eficiencia, transparencia, integración global.
La práctica: restaurar privilegios, concentrar riqueza y volver a subordinar la política a las finanzas.


II. El plan: endeudar, ajustar, desmantelar

  1. Endeudamiento récord: más de USD 100.000 millones en créditos, usados en gran parte para financiar fuga de capitales y cubrir déficit sin generar inversión productiva.

  2. Acuerdo histórico con el FMI: USD 57.000 millones, el mayor préstamo jamás otorgado por el organismo, a cambio de reformas estructurales y ajuste fiscal.

  3. Tarifazos: aumentos superiores al 1.000% en electricidad, gas, agua y transporte.

  4. Apertura de importaciones: pymes y cadenas de valor golpeadas por competencia desigual.

  5. Ajuste y despidos: reducción del empleo público, recortes en salud, educación, ciencia y cultura.

  6. Reforma previsional 2017: recorte en la movilidad jubilatoria, aprobada en medio de protestas reprimidas.

  7. Bicicleta financiera: tasas altas en pesos para atraer dólares especulativos, convertidos rápidamente en fuga.

Resultado:
El Estado se endeuda para sostener la especulación; la economía real se contrae; la desigualdad crece.


III. Beneficiarios y cómplices

  • Bancos internacionales y fondos de inversión (BlackRock, JP Morgan, Templeton).

  • Grupos económicos locales (Techint, Clarín, Banco Galicia, Santander).

  • Cúpula agroexportadora, favorecida por devaluación y quita de retenciones.

  • Funcionarios-CEO con intereses cruzados entre gestión pública y negocios privados.

  • Medios hegemónicos que blindaron al gobierno y criminalizaron la protesta.


IV. El pueblo: ajuste, bronca y resistencia

Bajo el marketing de la “normalidad”, la vida cotidiana se deteriora:

  • Pobreza por encima del 35%; indigencia en alza.

  • Cierre de más de 20.000 pymes; caída del salario real.

  • Endeudamiento de familias para consumo básico.

  • Protestas masivas: paros generales, marchas por la universidad, la ciencia y contra el FMI.

  • Emergencia alimentaria y expansión de comedores populares.

En las calles, banderas viejas y nuevas se cruzan: “No al FMI”, “Fuera el ajuste”, feminismo, movimientos sociales y sindicatos en confluencia.


EL PLAN

¿Quiénes lo hicieron?

  • Gobierno de Mauricio Macri y Cambiemos.

  • Funcionarios y tecnócratas formados en el sector financiero.

  • Bancos, fondos internacionales y grupos concentrados.

  • Medios hegemónicos y operadores judiciales.

¿Qué mecanismos usaron?

  • Endeudamiento externo masivo y fuga sistemática de capitales.

  • Ajuste fiscal, tarifazos, apertura indiscriminada de importaciones.

  • Represión y criminalización de la protesta.

  • Negociación opaca con el FMI, sin control parlamentario real.

¿A costa de qué?

  • Explosión de la deuda pública y privada.

  • Destrucción de empleo y salario real.

  • Crecimiento de pobreza y desigualdad.

  • Pérdida de soberanía económica.

¿Cómo se repitió?

  • Reincidencia en el modelo de valorización financiera y subordinación al capital externo.

  • Consolidación de un patrón que prioriza la renta especulativa sobre la producción y el trabajo.


🔁 Puente hacia el siguiente bloque

En 2019, el ciclo neoliberal cierra con recesión, inflación y deuda récord.
El Frente de Todos asume con la promesa de revertir el modelo, reestructurar la deuda y priorizar el trabajo.
Pero la pandemia global y la estructura de poder que sostiene el saqueo pondrán a prueba, otra vez, la capacidad de la democracia para romper su jaula.