BLOQUE 15 – Crisis, pandemia y el país en disputa (2019–2023/24)
Entre la urgencia y el abismo: democracia sitiada, pueblo resiliente, futuro en disputa.
I. El contexto: herencia y emergencia
Diciembre de 2019: el Frente de Todos asume el gobierno con la promesa de reconstruir la economía, defender el trabajo y renegociar una deuda imposible. La herencia es un campo minado:
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Una deuda récord con el FMI (acuerdo stand-by de 2018 por USD 57.000 millones, el mayor en la historia del organismo; desembolsados efectivamente USD 44.000 millones).
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Pobreza por encima del 35% según INDEC (2° semestre 2019: 35,5%).
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Desempleo en 10,6%.
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Inflación superior al 50% anual.
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PBI per cápita cayendo por tercer año consecutivo.
La desindustrialización, el hambre y la exclusión ya estaban a la vista.
Y apenas iniciado el nuevo gobierno, irrumpe la pandemia: la Argentina entra en emergencia sanitaria, económica y social.
II. El plan: gestión de la crisis y sobrevivir
El Estado intenta contener la catástrofe con medidas excepcionales:
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Renegociación de la deuda con acreedores privados (2020): reestructuración de USD 65.000 millones, que alivió pagos inmediatos pero dejó la pesada mochila del FMI.
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Programas de emergencia:
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Ingreso Familiar de Emergencia (IFE): alcanzó a casi 9 millones de personas.
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ATP (Asistencia al Trabajo y la Producción): subsidió parte de los salarios de 300.000 empresas.
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Refuerzo alimentario y AUH.
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Sistema de salud: ampliación de camas de terapia intensiva, compras centralizadas, construcción de hospitales modulares.
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Vacunación masiva: hacia fines de 2021, más del 80% de la población con esquema completo.
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Reactivación parcial: recuperación industrial 2021 (+10,1% de actividad manufacturera), recuperación del empleo asalariado formal.
Sin embargo, la economía bimonetaria mostró sus límites: falta de dólares, inflación en ascenso (94,8% en 2022; 211% en 2023 según INDEC), salarios rezagados y una confianza frágil.
III. Beneficiarios, resistencias y nuevos actores
En medio de la tormenta, se reorganizan fuerzas:
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Grupos concentrados aprovechan la volatilidad: suben precios, presionan por devaluaciones, especulan con el dólar financiero.
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Medios hegemónicos y oposición intensifican la polarización y judicializan la política.
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Poder judicial y corporaciones bloquean reformas (ejemplo: impuesto a las grandes fortunas judicializado).
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Fondos de inversión y FMI marcan el pulso económico.
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Nuevos movimientos sociales sostienen ollas populares y economías comunitarias.
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Feminismo y diversidad consolidan agenda en leyes históricas (ejemplo: Ley 27.610 de Interrupción Voluntaria del Embarazo, 2020).
La polarización crece, pero también la red de solidaridad popular: la organización social evita el colapso.
IV. El pueblo: sobrevivir, resistir, volver a empezar
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Pobreza: sube al 42% en 2020, luego desciende a 36,5% en 2022, vuelve a superar el 40% en 2023.
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Movimientos sociales: sostienen comedores, escuelas, economías populares.
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Debates: renta inesperada (proyecto 2022), salario básico universal, reforma tributaria progresiva.
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Violencia política: el atentado a la vicepresidenta en septiembre 2022 cristaliza un clima de hostigamiento y desconfianza.
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Juventud, mujeres y diversidades: marcan nuevas luchas y horizontes.
EL PLAN
¿Quiénes lo hicieron?
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El poder financiero internacional (FMI, fondos de inversión, grandes bancos).
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Grupos económicos concentrados (alimentos, energía, bancos, exportadores).
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Medios hegemónicos y operadores judiciales.
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La dirigencia política y empresaria asociada al viejo modelo.
¿Qué mecanismos usaron?
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Presión cambiaria y especulación con precios y dólares.
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Judicialización de la política y bloqueo de reformas.
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Medios como ariete contra el gobierno y la organización popular.
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Fuga de capital, lockouts patronales y boicot a controles de precios.
¿A costa de qué?
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Empobrecimiento masivo, inflación récord, caída de ingresos reales.
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Aumento de la desigualdad y la conflictividad social.
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Pérdida de confianza en política e instituciones.
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Una democracia sitiada, al borde del abismo.
¿Cómo se repitió?
Cada intento de recuperación enfrenta el cerco del poder financiero, judicial y mediático.
El ciclo del saqueo no cierra, pero el pueblo tampoco se resigna.
🔁 Puente hacia el futuro
El ciclo 2019–2023 cerró con la llegada de Javier Milei al poder, resultado del desgaste económico, la inflación descontrolada y la desconfianza hacia toda la dirigencia tradicional.
El nuevo gobierno abre un experimento de ajuste y desregulación inédito, mientras la sociedad enfrenta otra vez la disyuntiva histórica: resignarse al mandato del poder concentrado o reconstruir, desde abajo, nuevas formas de organización y resistencia.