BLOQUE 4 – La generación del ’80: la arquitectura del saqueo (1880–1916)

Estado fuerte para pocos, nación rica para el extranjero, pueblo sin destino.

Con la llegada de Julio Argentino Roca al poder en 1880, la Argentina entra en su fase más “ordenada” y, paradójicamente, más injusta. Las guerras ya se habían ganado. Las tierras ya se habían repartido. La Constitución ya estaba escrita.
Faltaba una sola cosa: consolidar el modelo.

Y lo hicieron.

Lo llamaron “progreso”. Lo vendieron como “orden”. Lo escribieron como “historia”. Pero fue, en el fondo, la etapa más estructurada del saqueo. El país se transformó en una máquina de exportar riqueza, endeudarse con elegancia y dejar al pueblo argentino fuera de la historia.


I. El modelo consolidado: agroexportación, deuda y exclusión

Entre 1880 y 1916, Argentina fue celebrada en Europa como la joya del sur, el granero del mundo, la nación moderna del Plata. Las cifras acompañaban el elogio: hacia 1910, el PBI per cápita argentino estaba entre los diez más altos del mundo, y las exportaciones de trigo y carne crecían a tasas superiores al 5% anual.

Pero el reparto era otra historia. El modelo estaba claro:

  • Producción primaria para exportar (trigo, carne, lana).

  • Ferrocarriles ingleses que iban del campo al puerto.

  • Bancos británicos que financiaban la deuda y controlaban el crédito.

  • Una oligarquía terrateniente que vivía como nobleza europea.

  • Un pueblo sin tierra, sin derechos y sin voz política.

La Argentina parecía Europa… pero sólo en los salones de la elite. En el resto del país, ranchos de adobe, mortalidad infantil alta y escolaridad incompleta eran la norma. La represión estaba siempre lista para sofocar protestas.


II. La Conquista del Desierto: tierra y sangre

La presidencia de Roca no se entiende sin la campaña militar que lo precedió: la Conquista del Desierto (1878–1885). Tras el relato de “civilización” se ocultaba un objetivo preciso: apropiar millones de hectáreas fiscales para concentrarlas en pocas manos.

  • Se exterminaron pueblos originarios como los ranqueles, mapuches y tehuelches.

  • Mujeres y niños fueron esclavizados o repartidos como servidumbre.

  • Según registros oficiales, se adjudicaron más de 41 millones de hectáreas mediante donaciones, ventas y remates.

  • Muchas concesiones fueron a militares, estancieros de la Sociedad Rural y empresas vinculadas al capital británico.

Donde antes había culturas, se fundaron estancias y se alambró el horizonte.


III. Auge económico, sometimiento estructural

Durante esta etapa, la deuda externa crece de forma sostenida pero deja de ser un escándalo político: se convierte en rutina financiera. El país funciona como una empresa agropecuaria administrada desde Buenos Aires y financiada por Londres.

Cada punto de crecimiento era celebrado en la prensa de la época —The Times incluía a la Argentina como ejemplo de “progreso colonial exitoso”— pero la estructura seguía siendo colonial: exportar materias primas, importar manufacturas, sin desarrollar industria local.

Se fundan instituciones: el Banco de la Nación Argentina (1891), el Consejo Nacional de Educación, códigos civiles y comerciales. Pero el espíritu rector es el mismo: un país eficiente para producir, no para emancipar; moderno en su fachada, dependiente en su base.


IV. Represión y disciplinamiento social

El pueblo trabajador empieza a organizarse: surgen sociedades de resistencia, sindicatos, partidos socialistas y anarquistas. Y la respuesta oficial es la represión:

  • Ley de Residencia (1902): permite expulsar extranjeros por “alterar el orden público”.

  • Masacres obreras: como Plaza Lorea (1º de mayo de 1909) y la Semana Roja (1909), con decenas de muertos.

  • Listas negras y espionaje estatal contra dirigentes sindicales y periodistas.

En 1910, durante el Centenario, el país exhibe ferrocarriles, óperas y cafés parisinos… mientras la policía reprime huelgas y los conventillos se abarrotan de familias hacinadas.


EL PLAN

¿Quiénes lo hicieron?

  • Julio A. Roca, Miguel Juárez Celman, Carlos Pellegrini, José Evaristo Uriburu.

  • Familias terratenientes de la Sociedad Rural Argentina.

  • Capital inglés: compañías ferroviarias (Central Argentine Railway, Buenos Aires Great Southern), bancos y aseguradoras británicas.

¿Qué mecanismos usaron?

  • Conquista del Desierto como instrumento para la apropiación masiva de tierras.

  • Deuda externa para infraestructura funcional al modelo exportador.

  • Ferrocarriles planificados para extraer recursos hacia puertos.

  • Leyes represivas para neutralizar la organización popular.

¿A costa de qué?

  • Destrucción física y cultural de pueblos originarios.

  • Concentración extrema de la tierra: hacia 1914, el 1% controlaba más del 50% de la superficie cultivable.

  • Ausencia de industria nacional y dependencia de importaciones.

  • Consolidación de una estructura de poder cerrada y oligárquica.

¿Cómo se repitió?

  • El agroexportador se institucionalizó como religión económica.

  • La deuda externa dejó de ser excepción para volverse regla.

  • El Estado se consolidó como garante legal de la desigualdad.

  • Cualquier alternativa fue descalificada como barbarie o subversión.


🔁 Puente hacia el siguiente bloque

En 1916, con el voto secreto y obligatorio, Hipólito Yrigoyen llega a la presidencia. Es el primer gobierno de masas, la primera tentativa real de incluir al pueblo en la política.
Pero el núcleo del modelo no cambia: la tierra sigue en las mismas manos, la deuda sigue vigente y los guardianes del viejo orden se preparan para resistir cualquier cambio.

Comienza la democracia popular… bajo estricta vigilancia.