📘 Capítulo: Alejandro Bulgheroni / Pan American Energy (PAE)

Energía privatizada: el petróleo como renta de pocos


1. Origen y consolidación del actor

Alejandro Bulgheroni, nacido en 1944, es heredero del imperio energético fundado por su padre, Carlos Bulgheroni, en los años 40. Junto a su hermano Carlos (fallecido en 2016), lideró el grupo Bridas Corporation, que comenzó como una empresa de servicios petroleros y, durante el auge de las privatizaciones en los años 90, se convirtió en una de las mayores compañías petroleras privadas del país.

Aprovechando la desregulación energética del menemismo, Bridas se expandió en la exploración y explotación de gas y petróleo, y en 1997 se asoció con la multinacional British Petroleum (BP) para formar Pan American Energy (PAE), hoy la mayor productora privada de hidrocarburos en Argentina.

Bulgheroni consolidó su poder en silencio, sin exposición mediática, pero con una red de influencias que lo ubicó en el núcleo duro del poder económico argentino, con conexiones en Asia Central, China, EE.UU., la política nacional y las élites locales.


2. Sectores donde opera

Bulgheroni y su holding operan en los sectores más estratégicos para la soberanía energética:

  • Exploración y extracción de petróleo y gas: en yacimientos clave como Cerro Dragón (Chubut), Vaca Muerta (Neuquén), Golfo San Jorge, y Salta.

  • Energía no convencional: inversiones en shale gas y shale oil, sobre todo en Vaca Muerta.

  • Refinación y distribución: participación en negocios de downstream y comercialización.

  • Internacionalización: presencia en Asia Central, Rusia y China, a través de acuerdos bilaterales y fondos de inversión conjuntos.

Pan American Energy controla el 50% de la producción de petróleo de la cuenca del Golfo San Jorge y tiene una posición privilegiada en Vaca Muerta, el segundo yacimiento no convencional más grande del mundo.


3. Métodos de extracción o concentración

El poder del Grupo Bulgheroni no proviene solo de su capacidad técnica, sino de una combinación de privatizaciones, alianzas geopolíticas, contratos leoninos y beneficios fiscales:

  • Privatización de YPF y desregulación menemista: accedieron a licencias y contratos de explotación con condiciones extremadamente favorables, sin control estatal real ni recuperación de rentas extraordinarias.

  • Asociación con British Petroleum: en 1997, la creación de PAE permitió blindar jurídicamente la empresa como actor multinacional, con acceso a capital externo y protección legal extranjera.

  • Renovaciones de concesiones por décadas sin licitación pública: el caso más emblemático es Cerro Dragón, cuya prórroga en 2007 fue aprobada en condiciones escandalosas por el gobernador Mario Das Neves (Chubut) sin transparencia.

  • Subsidios energéticos millonarios del Estado: especialmente durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, el Grupo recibió fondos públicos para sostener su producción y cubrir costos operativos, sin devolución proporcional.

  • Blindaje judicial y mediático: escasa cobertura crítica, a pesar de ser uno de los principales beneficiarios del modelo extractivo argentino.

  • Vinculaciones internacionales con fondos chinos y árabes, que aseguran financiamiento y protección global.


4. Vínculos políticos y redes de poder

Bulgheroni ha mantenido una posición de independencia formal pero cercanía funcional con todos los gobiernos desde los 90. Su estrategia ha sido no confrontar con el poder político, pero garantizar que el modelo energético lo beneficie.

  • Menemismo (1989–1999): acceso a licencias petroleras y liberalización total del sector.

  • Kirchnerismo (2003–2015): si bien Néstor y Cristina promovieron políticas de recuperación estatal (como la estatización parcial de YPF), PAE fue intocable. Recibió subsidios y mantuvo control sobre zonas clave.

  • Macrismo (2015–2019): mayor apertura al capital extranjero, incentivos fiscales, tarifas dolarizadas y promoción de inversiones en Vaca Muerta. PAE fue actor clave en los foros de energía del macrismo.

  • Gobiernos provinciales de Chubut y Neuquén: Bulgheroni ha operado como dueño de facto de la política energética patagónica, con vínculos directos con gobernadores y legisladores.

  • Relaciones internacionales: acuerdos estratégicos con China, Rusia, Kazajistán y fondos soberanos árabes (principalmente de Emiratos).


5. Consecuencias para el país y la sociedad

El modelo energético consolidado por PAE y Bulgheroni tiene múltiples consecuencias estructurales:

  • Dependencia tecnológica y jurídica: la mayor parte de la producción está en manos de actores privados y extranjeros, con contratos que impiden el control estatal efectivo.

  • Rentas extraordinarias privadas, costos socializados: el Estado subsidia producción, importación y tarifas, pero la mayor parte de la renta queda en manos privadas.

  • Contaminación ambiental y conflictos territoriales: impacto en cuencas hídricas, contaminación del suelo, sismos inducidos por fractura hidráulica, afectación de comunidades originarias en zonas de explotación.

  • Bajo desarrollo local: escasa industrialización del recurso. El país sigue exportando materia prima sin valor agregado.

  • Blindaje mediático: mientras otras empresas son objeto de cuestionamientos, PAE ha mantenido un perfil bajo, protegido por su capacidad de lobby y acuerdos.


6. ¿Saben lo que hacen?

Sí. Bulgheroni es uno de los empresarios más lúcidos, estratégicos y geopolíticamente informados del país. Su poder no se basa en discurso, sino en estructuras, contratos, licencias, asociaciones internacionales y presencia en el subsuelo.

No es un oportunista: es un arquitecto paciente de un modelo de apropiación energética, que convirtió recursos no renovables en renta privada garantizada, con mínima exposición pública y máxima protección legal.

Sus acuerdos con fondos soberanos y empresas estatales de potencias extranjeras revelan un manejo claro de la dimensión geoeconómica del petróleo.


7. Conclusión: su rol en la continuidad del modelo de país

Alejandro Bulgheroni representa el modelo de país donde los recursos estratégicos no son palancas de desarrollo, sino plataformas de renta privada para élites invisibles. Controla zonas críticas del subsuelo argentino, sin control parlamentario, sin auditoría pública y con blindaje judicial.

La energía, en vez de ser motor de soberanía, se transformó en una fuente de concentración, extranjerización y dependencia.

Su figura encarna el ideal de la burguesía argentina integrada al poder global: silenciosa, extractiva, blindada y transnacional. Entender su rol es entender por qué, aún con Vaca Muerta bajo nuestros pies, seguimos dependiendo del FMI, importando energía y endeudándonos para pagarle subsidios al mismo que se la lleva.


🔁 Contracara: ¿Cómo sería este rol al servicio del desarrollo nacional?

Un empresario con poder sobre el gas y el petróleo argentino tiene en sus manos una palanca fundamental para el desarrollo o la dependencia del país.
No se trata de que sea privado o extranjero: se trata de qué proyecto impulsa desde su posición.

Un Bulgheroni con vocación nacional podría haber:

  • Renegociado contratos de concesión con el Estado argentino en condiciones equitativas, con cláusulas de reinversión y transferencia tecnológica.

  • Establecido alianzas estratégicas con YPF y universidades públicas para innovación energética nacional.

  • Reinvertido parte significativa de sus utilidades en infraestructura, capacitación técnica y desarrollo regional sustentable.

  • Transparentado costos, precios y declaraciones juradas, para evitar el drenaje de rentas vía precios de transferencia o paraísos fiscales.

  • Promovido un esquema de transición energética justa, que reduzca la dependencia fósil sin perder soberanía.

  • Rechazado la lógica de subsidios regresivos y planteado, en cambio, una tarifa social financiada por la renta empresarial.

Un empresario petrolero con conciencia de país no maximiza su ganancia en función del saqueo, sino en función de una estrategia energética soberana, sustentable y con beneficio social.

La energía no es un commodity cualquiera: es condición material de la independencia o de la servidumbre.
Y el que la controla, elige de qué lado de la historia quiere estar.