📘 Capítulo: Joe Lewis
El poder extranjero en territorio argentino
1. Origen y consolidación del actor
Joe Lewis es un magnate británico, con negocios en energía, finanzas, bienes raíces y turismo de lujo. Dueño del holding Tavistock Group, su fortuna lo posiciona entre los hombres más ricos del mundo.
Su irrupción en Argentina se dio durante la década de 1990, cuando, en el marco de la ola privatizadora y la apertura irrestricta al capital extranjero, adquirió ilegalmente 12.000 hectáreas en la Patagonia —incluyendo el acceso al Lago Escondido, declarado público por la Constitución provincial.
Desde entonces, se consolidó como uno de los mayores terratenientes extranjeros del país, con redes de protección política, policial y judicial. Su estancia en Río Negro no solo controla tierras: controla también el acceso, la seguridad y el silencio.
2. Sectores donde opera
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Bienes raíces de alta gama (turismo VIP, desarrollos inmobiliarios).
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Control territorial estratégico (zona de frontera con Chile, acceso a fuentes hídricas).
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Energía: Central hidroeléctrica en El Bolsón.
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Finanzas globales: inversiones especulativas y sociedades offshore.
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Turismo y servicios de lujo.
3. Métodos de extracción o concentración
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Compra irregular de tierras violando leyes de seguridad de frontera.
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Cercamiento físico y legal de espacios públicos: impide el acceso al Lago Escondido pese a fallos judiciales.
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Relaciones privilegiadas con funcionarios que lo protegieron durante décadas.
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Utilización de estructuras offshore para ocultar propiedad real y evitar cargas fiscales.
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Acaparamiento de recursos naturales, en un contexto de cambio climático y escasez hídrica.
4. Vínculos políticos y redes de poder
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Histórica protección política por parte de funcionarios provinciales y nacionales.
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Vínculos con sectores del Poder Judicial, que demoraron o bloquearon fallos que exigían garantizar el acceso público al lago.
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Amistad y conexión con Mauricio Macri, quien le habilitó en 2016 una pista de aterrizaje privada en zona de seguridad nacional.
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Respaldo implícito de embajadas extranjeras y redes diplomáticas.
5. Consecuencias para el país y la sociedad
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Pérdida de soberanía territorial: un ciudadano extranjero controla una zona estratégica, con fuentes hídricas y paso binacional.
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Privatización de bienes comunes: imposibilidad de acceder al Lago Escondido pese a sentencias firmes.
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Naturalización del poder extranjerizante: aceptación social de su presencia como benefactor o “inversor”.
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Desplazamiento de comunidades locales y conflictos con organizaciones sociales.
6. ¿Sabe lo que hace?
Absolutamente. Lewis construyó una fortaleza privada en la Patagonia argentina, amparado por vacíos legales, complicidades institucionales y un modelo de país que durante años privilegió la “seguridad jurídica” del capital por sobre la del pueblo.
No se trata de un turista excéntrico, sino de un operador global del capital inmobiliario y financiero, que sabe que el agua, la tierra y la ubicación geoestratégica valen más que el oro.
7. Conclusión: su rol en la continuidad del modelo de país
Lewis no es una excepción: es la expresión brutal del modelo de entrega territorial. Representa un Estado que no defiende su soberanía, que cede recursos, que calla frente al poder extranjero.
Mientras se persigue a pueblos originarios o campesinos pobres por ocupar un lote, Lewis vive rodeado de custodia privada, sin controles y con privilegios legales inaceptables.
Es el “dueño gentil” de una Argentina fragmentada, donde el mapa real del poder no coincide con el mapa constitucional de la República.
🔁 Contracara: ¿Cómo sería este rol al servicio del desarrollo nacional?
Un empresario extranjero con recursos e interés en Argentina podría haber:
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Respetado las leyes de extranjerización de tierras, comprando fuera de zonas prohibidas.
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Garantizado el acceso público al lago, colaborando con senderos seguros y servicios.
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Generado empleos reales y sustentables para la comunidad local, sin destruir el ecosistema.
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Invirtiendo en proyectos de energía limpia bajo regulación estatal, con control social.
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Vinculado su estancia a programas de desarrollo rural, educativo y cultural.
Podría haber sido un invitado con respeto, no un ocupante con privilegios.
Pero eligió ser el señor feudal de la Patagonia, rodeado de cerros, cercas y permisos especiales.
Porque la soberanía no se regala en decretos: se pierde cuando un país deja de caminar libremente por sus lagos.